Y orar siempre en
el nombre de Jesús
El Señor dijo que cuanto, en su nombre, le pidieran al Padre, les sería concedido; así pues, intercede y hace efectiva la oración, incluso aquella que es procedente de un pecador. Quien, en nombre de Jesús, eleva sus ruegos hacia el Padre, siente que Éste lo alivia en la desolación, rompe toda soledad, cura toda angustia.
Padre nuestro,
que estas en los cielos
santificado sea tú nombre
venga a nosotros tu reino
Hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo
Danos el pan nuestro de cada día,
perdona nuestra ofensas
como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
no nos dejes caer en la tentación
y libranos de todo mal.
Amen
Pbro. José R. Ramírez
lunes, 3 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario