viernes, 24 de agosto de 2007

¿El confesar nuestros pecados puede hacer deshaparecer nuestros pecados?

¿El confesar nuestros pecados puede hacer deshaparecer nuestros pecados?
No. Los pecados no desaparecen con la confesión, pero sí con la fé en el evangelio por el agua y el Espíritu. Nuestros pecados pueden desaparecer sólo cuando confíamos en el bautismo y la sangre de Jesús, que nos limpió de nuestros pecados. Esto es el evangelio de la salvación espiritual de Jesús, que quitó todos nuestros pecados con Su bautismo en el río Jordán.

La confesión de pecados es la aceptación de la ley de Dios, pero la redención es dada a nosotros sólo cuando confíamos en el bautismo y la Cruz de Jesús.

El agua del bautismo y la sangre de Cristo es la verdad del cielo que salvó a todas las personas de los pecados, y la salvación de las personas no depende de la confesión de los pecados, sino en confiar en que Jesús quitó todos los pecados de todo ser humano con Su bautismo. La crucifixión de Jesús fue el castigo por los pecados que Él quitó de nosotros.

Entonces la salvación verdadera de las personas está en el bautismo en el río Jordán y la sangre en la Cruz. La razón por la cual fuimos limpiados de todos nuestros pecados es que confíamos en Jesús que quitó todos nuestros pecados.

Si existen los que predican que podemos ser redimidos por confesar nuestros pecados, ellos están ignorando la salvación verdadera de Dios.

Por eso debemos confiar en el bautismo y la sangre de Jesús, la salvación de Jesús. No diga que los pecados de las personas puedan ser redimidos por confesarlos a Dios.

Sepa que nuestros pecados van a llevarnos al infierno pero los pecados pueden ser limpiados por confiar en Jesús, Su bautismo y sangre, que nos remidió e hizo justos ante Dios. Esta es la única manera en que podamos salvarnos de todos nuestros pecados. Debemos darnos cuenta de que hemos sido limpiados de nuestros pecados una vez y para siempre por confiar en las palabras de la verdad, el agua y la sangre de Jesús.

Los pecados no son borrados siempre que los confesemos. Si usted insiste en depender de la confesión, usted va a terminar en el infierno. Permítanos confiar en el evangelio verdadero para que los pecados en nuestro corazón puedan ser limpiados. Confíe con su corazón, no con su cabeza, y sea libre de sus pecados para siempre.

3 comentarios:

Unknown dijo...

¿qué te hace pensar que con un poco de agua del rio jordán se poerdonarán tus pecados?.

Unknown dijo...

Tengo otra pregunta, ¿Como es eso de que cuando te conveiertes dejas de ser pecador?. Creo, que cuando uno se conveierte no deja de ser pecador, sino que adquiere mas sensibilidad , o mas amor a Jesus, con lo que se dá cuenta de su condicción de pecador, y de la necesidad de un Dios, muy humano, que le redima. Pienso, que el "justo", como tú dices no deja de pecar en el momento en el que se convierte, es cierto que quiere seguir a Cristo, pero no somos espíritus puros, como bien dice san pablo, no es literal, que siente en sus miembros, la lay del pecado, y aquello que no quiere es lo que hace...no somos angeles, necesitamos luchar por identificarnos con Cristo....No voy en plan duro, espero que contestes..

Jorge Delgadillo dijo...

Edu, muchas gracias por tener la amabilidad de leer este artículo, yo creo que con este parrafo debe de quedar contestada tú pregunta.

El agua del bautismo y la sangre de Cristo es la verdad del cielo que salvó a todas las personas de los pecados, y la salvación de las personas no depende de la confesión de los pecados, sino en confiar en que Jesús quitó todos los pecados de todo ser humano con Su bautismo. La crucifixión de Jesús fue el castigo por los pecados que Él quitó de nosotros.

Si practicamos la palabra del señor, es decir ayudamos siempre a nuestros semejantes viviras en su palabra y dejaras de ser pecador. Si viene cierto la carne es débil como dicen muchos la fe, la esperanza en la práctica de la palabra de Jesús nos permitirá al menos vivir en paz.